SECRETARÍA
DE EDUCACIÓN Y CULTURA
INSTITUTO
DE FORMACIÓN DOCENTE DEL ESTADO DE SONORA
CENTRO
REGIONAL DE EDUCACIÓN NORMAL
“Rafael
Ramírez Castañeda”
Integrantes:
Beatriz
Elena Guerrero Rivera.
María
Elena Mexicano Flores.
Yessica
Mariana Meza Encinas.
Krystel
Melissa Gómez Alvarez.
Lourdes
Janeth Corral Lam.
Perla
Berenice Verdugo Pérez.
Karla
Verónica Altamirano Buitimea.
Karla
Idolina Lòpez Rodriguez.
Licenciatura
en Educacion Preescolar
Navojoa, Sonora. Mayo del 2012.
CUESTIONAMIENTOS PARA EL DESARROLLO
DE LA INVESTIGACIÓN
¿Qué
quieren investigar?
La ACCIONAMIENTOS en los niños en la edad del preescolar, así como sus
características, el papel de los docentes y los padres de familia frente a
ello.
¿Por
qué es relevante el problema de interés a la luz del contexto de educación
básica en México?
Porque en cada salón de clases es común
que exista un caso de un niño que presente hiperactividad, y es así que el
maestro requiere estar capacitado para poder atenderlo, saber controlarlo ya
que muchas veces este se desespera y no sabe cómo tratarlo o muchas veces puede
haber castigos que afecten aun mas en la conducta del niño.
¿Qué hipótesis pueden
someterse a prueba?
Los
niños hiperactivos obtienen más o menos aprendizajes en pensamiento
matemáticos.
¿Cuáles podrían ser algunas repercusiones de los resultados para el quehacer de los docentes de educación básica en México?
Nota: El docente podrá tener una base fundamentada en
investigación, para detectar a niños hiperactivos, el cómo aprenden o porqué no
aprenden, así como que se requiere para que aprendan, con ello el docente podrá
tener un nivel de estabilidad en los aprendizajes en sus alumnos.
INTRODUCCIÓN
Es
importante mencionar que los problemas de aprendizaje en el salón de clases son
más frecuentes de lo que comúnmente se reporta y que los desórdenes de
conducta, particularmente el déficit de la atención con hiperactividad o DATH,
a menudo se sobreponen con algunos indicadores de bajo rendimiento académico
durante la infancia. Por lo que, nos intereso este tema de investigación, ya
que hoy en día es muy común encontrarnos con niños y niñas que presentan
(THDA), y por ello hacemos hincapié en el tema, profundizando un poco más en
él, respondiendo a las siguientes cuestiones investigadas, ¿qué es?, ¿síntomas
que se presentan?, ¿cuándo se presenta?, ¿cómo podemos tratarlo?, ¿qué lo
causa?, entre otros, todo los aspectos investigados nos ayudaran a prepararnos
como futuras educadoras, además en las jornadas próximas, realizando una labor más
eficiente hacia todos nuestros alumnos.
La
atención para niños hiperactivos o con déficit en la atención continúa siendo
un dilema para médicos y educadores.
EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH)
La
hiperactividad es
un trastorno de la conducta en niños, descrito por primera vez en 1902 por
Still. Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, que se
mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito. Van de un
lado para otro, pudiendo comenzar alguna tarea, pero que abandonan rápidamente
para comenzar otra, que a su vez, vuelven a dejar inacabada. Esta
hiperactividad aumenta cuando están en presencia de otras personas,
especialmente con las que no mantienen relaciones frecuentes. Por el contrario,
disminuye la actividad cuando están solos. Según Still, estos niños son
especialmente problemáticos, poseen un espíritu destructivo, son insensibles a
los castigos, inquietos y nerviosos.
También son niños difíciles de
educar, ya que pocas veces pueden mantener durante mucho tiempo la atención
puesta en algo, con lo que suelen tener problemas de rendimiento escolar a
pesar de tener un cociente intelectual normal.
Son muy impulsivos y desobedientes,
no suelen hacer lo que sus padres o maestros les indican, o incluso hacen lo
contrario de lo que se les dice. Son muy tercos y obstinados, a la vez que
tienen un umbral muy bajo de tolerancia a las frustraciones, con lo que
insisten mucho hasta lograr lo que desean. Esto junto sus estados de ánimos
bruscos e intensos, su temperamento impulsivo y fácilmente excitable, hace que
creen frecuentes tensiones en casa o en el colegio.
La hiperactividad infantil es
bastante frecuente, calculándose que afecta aproximadamente a un 3% de los
niños menores de siete años y es más común en niños que en niñas (hay 4 niños
por cada niña).
Síntomas
1. Déficit de atención:
- Dificultad para resistir a la distracción.
- Dificultad para mantener la atención en una tarea
larga.
- Dificultad para atender selectivamente.
- Dificultad para explorar estímulos complejos de una
manera ordenada.
Especificados:
- No
logra prestar atención cuidadosa a los detalles o comete errores por
descuido en el trabajo escolar.
- Tiene
dificultad para mantener la atención en tareas o juegos.
- Parece
no escuchar cuando se le habla directamente.
- No
sigue instrucciones y no logra terminar el trabajo escolar, los deberes u
obligaciones en el lugar de trabajo.
- Tiene
dificultad para organizar sus tareas y actividades.
- Evita
o le disgusta comprometerse en tareas que requieran esfuerzo mental
continuo (como las tareas escolares).
- Con
frecuencia pierde juguetes, tareas escolares, lápices, libros o
herramientas necesarias para las tareas o actividades.
- Se
distrae fácilmente.
- Se
muestra a menudo olvidadizo en las actividades diarias
·
Emite respuestas antes de que termine de
escuchar la pregunta.
·
Tiene dificultades para esperar su turno.
·
Se entromete o interrumpe a los demás
(irrumpe en conversaciones o juegos)
2. Hiperactividad:
- Actividad motora excesiva o inapropiada.
- Dificultad para acabar tareas ya empezadas.
- Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una
silla.
- Presencia de conductas disruptivas (con carácter
destructivo).
- A
menudo habla excesivamente, está "en movimiento" o actúa como si
fuera "impulsado por un motor".
3. Impulsividad:
- Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo
que piensan, no se reprimen.
- Incapacidad para aplazar las cosas gratificantes: no
pueden dejar de hacer las cosas que les gusta en primer lugar y aplazan
todo lo que pueden los deberes y obligaciones. Siempre acaban haciendo
primero aquello que quieren.
- Impulsividad cognitiva: precipitación, incluso a
nivel de pensamiento. En los juegos es fácil ganarles por este motivo,
pues no piensan las cosas dos veces antes de actuar, no prevén, e incluso
contestan a las preguntas antes de que se formulen.
. Un niño que se mueva mucho a la
hora del recreo y en momentos de juego, es normal. A estos niños lo que les
ocurre es que no se están quietos en clase o en otras tareas concretas.
Los padres suelen definir a un hijo
hiperactivo como inmaduro, maleducado y gamberro. Sus comportamientos generan
conflictos en la familia, desaprovación y rechazo. Son irritantes y frustrantes
en cuanto al éxito educativo de los padres, y algunos niños tienden al
aislamiento social.
Este
trastorno ya se detecta antes de los 7 años y unos tienen síntomas más graves
que otros. Estos
síntomas suelen estar presentes en diferentes ambientes: el familiar, el
escolar, en la consulta del médico..., aunque dependiendo de donde se
encuentren lo muestran con mayor o menor intensidad. Según el modelo educativo
ejercido, el niño puede estar más controlado o no. En determinados casos esta
hiperactividad se conserva en la edad adulta, aunque se sabe controlar mejor,
todo y con eso, no son personas que sepan concentrarse en tareas largas y
monótonas.
Tipos de trastorno por déficit de
atención-hiperactividad
1. Combinado: el niño presenta tanto síntomas
cognitivos (déficit de atención) como motrices (hiperquinesia, impulsividad).
Es el más frecuente.
2. Predominio de déficit de
atención: posee más
síntomas cognitivos que motrices.
3. Predominio de hiperactividad: existe un mayor número de síntomas
de impulsividad e hiperquinesia en comparación con los de déficit de atención.
Un 65% de estos niños también
presentan un negativismo desafiante
hacia las normas, que se conserva en la adolescencia y puede conllevar
problemas en las relaciones sociales.
Otro síntoma característico en estos
niños es el insomnio, tienen problemas por mantener un ritmo de sueño nocturno
correcto, no suelen dormir de un tirón.
Principales hipótesis sobre el
origen de la hiperactividad
Durante mucho tiempo se han barajado
múltiples hipótesis que expliquen el origen de este trastorno, entre las que se
encuentran las siguientes:
- Una hipoactivación del sistema nervioso central, la
cual se compensa incrementando la actividad motora.
- Déficit bioquímico de catecolaminas: dopamina y
noradrenalina.
- Alteración de la segregación de la hormona tiroidea.
- Estrés perinatal de la madre (las madres fumadoras
durante el embarazo tiene mayor riesgo de tener hijos hiperactivos).
- Incremento de los niveles de plomo en la sangre, sobre
todo por residir en zonas muy contaminadas (en grandes ciudades, cerca de
puertos mercantiles...).
- Alimentación: consumo de alimentos con aditivos, exceso
de azúcar refinado...
- Factores familiares: peleas conyugales frecuentes,
padres muy críticos y represivos.
·
Perfil
de un niño hiperactivo
Los
indicadores de hiperactividad según la edad del niño
- De 0 a 2 años. Descargas clónicas durante el sueño, problemas en el ritmo del sueño y
durante la comida, períodos cortos de sueño y despertar sobresaltado,
resistencia a los cuidados habituales, reactividad elevada a los estímulos
auditivos e irritabilidad.
- De 2 a 3 años. Inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes.
- De 4 a 5 años. Problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de normas.
- A partir de 6 años. Impulsividad, déficit de atención, fracaso escolar, comportamientos antisociales y problemas de adaptación social.
- De 2 a 3 años. Inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes.
- De 4 a 5 años. Problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de normas.
- A partir de 6 años. Impulsividad, déficit de atención, fracaso escolar, comportamientos antisociales y problemas de adaptación social.
ETAPA PREESCOLAR (4 a 6 años)
Comienzan a surgir las características que en
el futuro serán las más comunes de estos niños: son inquietos, impulsivos,
desobedientes, les cuesta mantener la atención, no respetan turnos durante el
juego o de habla y pueden ser agresivos. Es muy distraído, pareciera no
escuchar lo que se le pide. En esta etapa, el juego del niño hiperactivo es muy
característico. “Simón no sabe jugar” comenta la madre preocupada en la
consulta. Por un lado, no saben jugar solos, ya que comienzan a usar el juguete
más novedoso pero luego lo dejan de lado para tomar uno distinto. Si juegan en
grupo, no admite perder, no siguen las reglas del juego por lo que son
rechazados por hermanos, parientes y amigos.
Causas
El THDA es el
trastorno de la conducta de la niñez más comúnmente diagnosticado y afecta a aproximadamente
de 3 a 5% de los niños en edad escolar. Este trastorno se diagnostica mucho más
frecuentemente en niños que en niñas.
El THDA puede ser hereditario, pero no
está claro qué lo causa exactamente. Cualquiera que sea su causa, parece
iniciarse muy temprano en la vida a medida que el cerebro se está desarrollando. Los estudios imagenológicos sugieren
que los cerebros de los niños con trastorno de hiperactividad con déficit de
atención (THDA) son diferentes de los cerebros de otros niños.
La depresión,
la falta del sueño, las dificultades de aprendizaje, los trastornos de tics y
los problemas de comportamiento se pueden confundir con o aparecer junto con el
THDA. Cuando se sospecha que un niño
padece este trastorno, debe ser examinado cuidadosamente por un médico para
descartar otras posibles afecciones o razones de este comportamiento.
La mayoría de
los niños con THDA también tienen al menos otro problema de desarrollo o de
comportamiento. Igualmente pueden tener otro problema psiquiátrico, como depresión
o trastorno bipolar.
Padres, sugerencias para ayudarle a su
hijo con THDA abarcan:
- Comunicarse
regularmente con el profesor del niño.
- Mantener
un horario diario constante, que incluya horas regulares para las tareas,
las comidas y las actividades al aire libre. Haga cambios al horario con
anticipación y no a última hora.
- Limite
las distracciones en el ambiente del niño.
- Constate
que el niño consuma una alimentación saludable y variada, con bastante
fibra y nutriente básica.
- Cerciórese
de que el niño duerma lo suficiente.
- Elogie
y premie el buen comportamiento.
- Mantenga
reglas claras y constantes para el niño.
Los
tratamientos alternativos para el THDA se han vuelto populares, entre ellos
hierbas, suplementos y tratamientos quiroprácticos. Sin embargo, existe poca o
ninguna evidencia sólida de que funcionen.
Tratamiento
El tratamiento depende de cada caso
individual. Algunos de estos niños tienen alteraciones orgánicas que se pueden
reflejar en un electroencefalograma alterado. Otros pueden tener el cociente
intelectual inferior a lo normal y otros presentan alteraciones neurológicas o
endocrinas. Sin embargo, muchos no presentan ninguna de estas alteraciones.
Una cosa que hay que tener en
cuenta, es que si los padres riñen exageradamente al niño hiperactivo, pueden
estar fomentando un déficit de autoestima por su parte (sobre todo si lo
critican por todo lo que hace) y realimentan el trastorno, ya que el pequeño
acabará por no esforzarse por portarse bien, pues verá que siempre acaban
riñéndole haga lo que haga.
1. Tratamiento farmacológico:
- Estimulantes: como el metilfenidat (Rubifent), pemodina y derivados
de la anfetamina. No es un tratamiento curativo, sino de mejoría de
síntomas, ayudan a que el niño pueda concentrarse mejor y reduce la
hiperactividad.
- Neurolépticos: son sedantes, no suele ser el tratamiento más
administrado ni efectivo, además posee más efectos secundarios. Se utiliza
cuando el niño muestra además rasgos psicóticos.
2. Tratamiento psicoterapéutico: las técnicas psicoterapéuticas
están destinadas a mejorar el ambiente familiar y escolar, favoreciendo una
mejor integración del niño a la vez que se le aplican técnicas de modificación
de conducta.
- Tratamiento cognitivo: autoconstrucciones: se basa en el planteamiento de
la realización de tareas, donde el niño aprende a planificar sus actos y
mejora su lenguaje interno. A partir de los 7 años el lenguaje interno
asume un papel de autorregulación, que estos niños no tienen tan
desarrollado. Para la realización de cualquier tarea se le enseña a
valorar primero todas las posibilidades de la misma, a concentrarse y a
comprobar los resultados parciales y globales una vez finalizada.
Expectativas (pronóstico)
El THDA es una
afección crónica y prolongada que, de no tratarse apropiadamente, puede llevar
a:
- Drogadicción
y alcoholismo
- Bajo
rendimiento escolar
- Problemas
para conservar un trabajo
- Problemas
legales
Aproximadamente
la mitad de los niños con THDA continuarán teniendo síntomas problemáticos de
falta de atención o impulsividad como adultos. Sin embargo, los adultos con
frecuencia son más capaces de controlar su comportamiento y de disimular sus
dificultades.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con
el médico si usted o el personal en la escuela de su hijo sospechan de
trastorno de hiperactividad con déficit de atención. Usted también debe
comentarle al médico respecto a:
- Dificultades
en el hogar, la escuela y en las relaciones con los compañeros
- Efectos
secundarios de los medicamentos
- Signos
de depresión
El profesor deberá:
·
Ser un profesor que comprenda y asimile el trastorno
del niño, que se informe sobre él.
·
Sentarle en el lugar adecuado, lejos de estímulos,
enfrente de él, entre niños tranquilos.
·
Darle órdenes simples y breves. Establecer contacto
visual con el niño.
·
Darle encargos una vez que haya realizado el anterior,
no dejar que deje las cosas a medio hacer.
·
No se le puede exigir todo a la vez, se debe
desmenuzar la conducta a modificar en pequeños pasos y reforzar cada uno de
ellos: si comienza por acabar las tareas, se le felicita para conseguirlo,
luego que lo intente con buena letra y se valorará, más tarde que el contenido
sea también correcto. Pedirle todo a la vez, le desmotivará porque no puede
realizarlo.
·
Alternar el trabajo de pupitre con otras actividades
que le permitan levantarse y moverse un poco.
·
Enseñarle y obligarle a mantener el orden en su mesa.
·
Hacer concesiones especiales, darle más tiempo en los
exámenes, indicarle cuando se está equivocando por un descuido, o facilitarles
un examen oral de vez en cuando para que descanse de la escritura, etc.
·
Darle ánimos continuamente, una palmada en el hombro,
una sonrisa ante cualquier esfuerzo que presenta, por pequeño que sea. Premiar
las conductas positivas es imprescindible, haber atendido, levantar la mano en
clase, intentar buena letra, o contestar sin equivocarse son conductas a
reforzar en el niño hiperactivo, dicho refuerzo puede ser con privilegios de
clase ( borrar la pizarra, repartir el material, hacer recados, lo que además
le permite moverse que es lo que necesita), o bien dedicarle una atención
especial, reconocimiento o halago público: comentarios positivos en alto, o en
privado a otro profesor para que lo oiga el niño, notas para casa destacando
aspectos positivos, una felicitación de la clase, un trabajo en el corcho,
etc...
·
Evitar humillarle o contestarle en los mismos
términos. Evitar insistir siempre sobre todo lo que hace mal.
·
Tener entrevistas frecuentes con los padres para
seguir su evolución.
Hiperactividad y ambiente familiar
Por otro lado, se ha estudiado
también el papel que juega el ambiente familiar en la conducta que el niño
presenta en el salón de clases. Para ello, Margalit y Almougy (1991) intentaron
identificar los diferentes tipos de dificultades del aprendizaje que presentan
los niños con hiperactividad, esto mediante la observación de su conducta en el
salón de clases y de su relación con el clima familiar. El trabajo se llevó a cabo
en 4 grupos de estudiantes cuyas edades fluctuaban entre los 7 y los 10 años.
En los resultados encontró que: 22 sujetos presentaban dificultades en el
aprendizaje con hiperactividad; 22 no eran hiperactivos, pero sí tenían
dificultades en el aprendizaje; 20 no tenían problemas de aprendizaje, pero sí
hiperactividad; 20 no presentaban ninguna clase de problemas. Se aplicó un
inventario de conducta en el salón de clases y una escala que midió el ambiente
familiar. Se observó una alta distracción y hostilidad en los alumnos con
hiperactividad en comparación con los grupos con dificultades en el
aprendizaje. Las familias de los hiperactivos mostraron ser menos pacientes y
tolerantes y tener menos control sobre ellos. Ambos grupos con dificultades en
el aprendizaje mostraron tener relaciones interpersonales más dependientes y
más conflictos intrafamiliares.
En otro estudio realizado por Solis-Camara en 1988, fueron evaluados los factores de impulsividad cognitiva y nivel de actividad escolar, esto con base en el reporte proporcionado por los propios padres y maestros de los niños con hiperactividad. Se utilizaron escalas diseñadas para medir la hiperactividad e impulsividad, la conducta en la escuela y en casa y la ejecución en la escuela. En los resultados se observaron diferencias significativas entre los registros realizados por padres y maestros; dichos resultados se relacionaron con una evaluación de tipo subjetiva realizada por los maestros acerca de la ejecución académica de los alumnos.
Hasta aquí se ha realizado una revisión de los diversos aspectos que inciden en el diagnóstico, La evaluación e identificación de los niños hiperactivos, haciendo hincapié en la importancia que tienen las actitudes que asume el profesor con el niño hiperactivo y las repercusiones de éstas sobre el comportamiento del niño. Asimismo, se han descrito algunos estudios que reportan escalas o instrumentos de observación conductual para una adecuada identificación de los pequeños que presentan hiperactividad con inatención.
En otro estudio realizado por Solis-Camara en 1988, fueron evaluados los factores de impulsividad cognitiva y nivel de actividad escolar, esto con base en el reporte proporcionado por los propios padres y maestros de los niños con hiperactividad. Se utilizaron escalas diseñadas para medir la hiperactividad e impulsividad, la conducta en la escuela y en casa y la ejecución en la escuela. En los resultados se observaron diferencias significativas entre los registros realizados por padres y maestros; dichos resultados se relacionaron con una evaluación de tipo subjetiva realizada por los maestros acerca de la ejecución académica de los alumnos.
Hasta aquí se ha realizado una revisión de los diversos aspectos que inciden en el diagnóstico, La evaluación e identificación de los niños hiperactivos, haciendo hincapié en la importancia que tienen las actitudes que asume el profesor con el niño hiperactivo y las repercusiones de éstas sobre el comportamiento del niño. Asimismo, se han descrito algunos estudios que reportan escalas o instrumentos de observación conductual para una adecuada identificación de los pequeños que presentan hiperactividad con inatención.
La familia deberá:
·
Tener normas claras y bien definidas.
·
Dar órdenes cortas y de una en una.
·
Propiciar un ambiente ordenado y muy organizado,
sereno y sin gritos.
·
Reconocer el esfuerzo realizado por el niño. Aumentar
su autoestima.
·
Evitar ser súper protectora y no dejarse manipular por
sus caprichos.
·
Cumplir siempre los castigos y las recompensas ante
sus acciones.
·
Darle pequeñas responsabilidades.
·
Aceptarle tal y como es.
·
Saber que el trabajo es mucho y que se necesita mucha
constancia.
·
Fomentar sus puntos fuertes, sus facultades
CONCLUSIONES
El salón de clases es el lugar donde comúnmente son detectados los problemas de atención deficiente y de hiperactividad de los niños que acuden al mismo. Por lo general, y con base en la revisión bibliográfica realizada, se puede decir que todavía no existe acuerdo en el diagnóstico de los niños que presentan este tipo de problemas y que por ello no son canalizados convenientemente.
Se puede señalar también, que los desórdenes de conducta, particularmente, el déficit de la atención con hiperactividad o DATH, a menudo se sobreponen con algunos indicadores de bajo rendimiento académico durante la infancia. Los problemas de delincuencia en la adolescencia han sido asociados comúnmente con los problemas de atención con hiperactividad y de fracaso escolar, por tal motivo, se hace necesaria la intervención temprana en los pequeños que presenten estas características, con la finalidad de prevenir un curso negativo en el desarrollo de los adolescentes con DATH.
Los resultados sugieren que los niños con y hiperactividad y sin hiperactividad, pero con problemas de atención, pueden exhibir déficits en la atención muy similares, aunque con diferentes grados de intensidad (Lahey, Schaughency, Frame y Strauss, 1985).
El salón de clases es el lugar donde comúnmente son detectados los problemas de atención deficiente y de hiperactividad de los niños que acuden al mismo. Por lo general, y con base en la revisión bibliográfica realizada, se puede decir que todavía no existe acuerdo en el diagnóstico de los niños que presentan este tipo de problemas y que por ello no son canalizados convenientemente.
Se puede señalar también, que los desórdenes de conducta, particularmente, el déficit de la atención con hiperactividad o DATH, a menudo se sobreponen con algunos indicadores de bajo rendimiento académico durante la infancia. Los problemas de delincuencia en la adolescencia han sido asociados comúnmente con los problemas de atención con hiperactividad y de fracaso escolar, por tal motivo, se hace necesaria la intervención temprana en los pequeños que presenten estas características, con la finalidad de prevenir un curso negativo en el desarrollo de los adolescentes con DATH.
Los resultados sugieren que los niños con y hiperactividad y sin hiperactividad, pero con problemas de atención, pueden exhibir déficits en la atención muy similares, aunque con diferentes grados de intensidad (Lahey, Schaughency, Frame y Strauss, 1985).
Los resultados apoyan la idea de que los niños con problemas
de aprendizaje tienen mayor riesgo para desarrollar habilidades sociales; estos
factores de riesgo pueden estar relacionados más con la ejecución académica
baja que aquellos que no han sido clasificados con problemas de aprendizaje
(Merrell, 1990).
Para identificar convenientemente la conducta hiperactiva se
hace necesario realizar evaluaciones apropiadas. Para ello, se recomienda el
uso de técnicas de clasificación, evaluación multimodal, interpretación de
resultados y el desarrollo de un tratamiento. La evaluación multimodal
contempla: entrevistas con los padres de los niños y con sus maestros, la
resolución de cuestionarios, observaciones directas del comportamiento del niño
e información sobre su ejecución académica.
El objetivo básico de este modelo es el de establecer un
buen diagnóstico del alumno e implementar, en función de ello, un plan de
tratamiento.
Por otra parte, de los estudios revisados se concluye que:
los profesores consideran que existen cuatro barreras que impiden una atención
más personalizada con sus alumnos hiperactivos: a) el tiempo para administrar
atención especializada, b) una falta de capacitación para atenderlos, c) el
tamaño del grupo (número de alumnos), y d) la severidad de los problemas.
Es definitivo que el conocimiento y las actitudes de los
educadores resultan de vital importancia para el tratamiento y atención óptima
de los niños con esta clase de problemas, ya que de las investigaciones
revisadas se concluye que las diferencias en los reportes que dan los maestros
sobre el comportamiento de sus alumnos tienen que ver con las percepciones y
juicios que a priori hacen de los niños y que pueden estar determinados por un
efecto de halo o prejuicio.
CONCLUSIÓN DEL EQUIPO
En conclusión, este problema es muy
importante, pues en el Jardín de niños se presenta mucho la cuestión de la
hiperactividad, se diagnostica a un niño de déficit de atención con
hiperactividad cuando vemos que el niño
es muy inquieto, impulsivo, desobediente y nos damos cuenta que le falta
atención. Por lo que la familia debe propiciar
un ambiente ordenado y muy organizado, sereno y sin gritos. El aceptar tal y
como es, el que al momento de que el niño realice una actividad reconocer el
esfuerzo realizado por el, aumentar su autoestima. Y el profesor debe de actuar
frente a esta situación de manera comprensiva y asimilar el trastorno del niño,
que se informe sobre él, darle órdenes simples y breves, establecer contacto visual con el niño.
Comprenderlo en cuanto al realizar las actividades y darle ánimos, brindarle
una sonrisa, que el niño vea el interés del maestro sobre él, que exista una
conexión.
Además se
debe de atender al niño con un especialista, que debe orientar a los padres sobre
el trastorno de su hijo y
darles pautas de conducta y actuación con su hijo. Así como entrenar al
niño en la resolución de problemas y en
las habilidades sociales.
INSTRUMENTOS:
*PREGUNTAS
CERRADAS SOBRE HIPERACTIVIDAD*
- ¿Seguido está moviendo las
manos o los pies o se retuerce en su asiento?
Sí No
- ¿Tiene dificultad para
mantenerse sentado?
Sí No
- ¿Corre o trepa continuamente?
Sí No
- ¿Tiene dificultad para jugar
juegos tranquilos?
Sí No
- ¿Está siempre acelerado?
Sí No
- ¿Habla excesivamente?
Sí No
- ¿Contesta antes de terminar de
escuchar las preguntas?
Sí No
- ¿Le cuesta trabajo esperar su
turno?
Sí No
- ¿Interrumpe a otros o se
entromete mucho?
Sí No
- Pensamiento crítico Matemático
10. Menciona los números del 1 al 10
Sí No
11. Menciona números salteados.
Sí No
12. Identificar los números en imagen.
Sí No
13. Diferenciar
cantidades.
Sí No
14. ¿Sabe su edad?
Sí No
15. ¿Es
capaz de decir su edad con la mano correctamente?
Sí No
16. ¿Identifica el cuadrado?
Sí No
17. ¿Identifica el círculo?
Sí No
18. ¿Identifica el triangulo?
Sí No
19. ¿Identifica el rectángulo?
Sí No
20. ¿Establece
relación de ubicación entre su cuerpo y los objetos? (ya sea arriba, abajo,
cerca o lejos)
Sí No
BIBLIOGRAFÍA:
Belloch, A., Sandín, B. (1996): Manual de psicopatología.
McGraw-Hill Interamericana. España.
CIE 10, Trastornos mentales y del comportamiento.
Descripciones clínicas y pautas para el diagnóstico. (1992) Organización
Mundial de la Salud. Madrid. Mediator.
DSM-IV, Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales. (1997). Barcelona. Masson.
https://prophecypublishing.org/como-configurar-el-reproductor-de-windows-media/
ResponderEliminarEste problema es muy importante, pues en el Jardín de niños se presenta mucho la cuestión de la hiperactividad, se diagnostica a un niño de déficit de atención con hiperactividad cuando vemos que el niño es muy inquieto, impulsivo, desobediente y nos damos cuenta que le falta atención. Por lo que la familia debe propiciar un ambiente ordenado y muy organizado, sereno y sin gritos. El aceptar tal y como es, el que al momento de que el niño realice una actividad reconocer el esfuerzo realizado por el, aumentar su autoestima.